A partir de este 28 de diciembre, todos los nuevos dispositivos que se fabriquen y comercialicen en la Unión Europea (UE) deberán usar los cargadores USB-C como estándar oficial europeo.
Esta medida viene a unificar en un solo patrón, la compatibilidad de cargar equipos electrónicos como pueden ser los teléfonos móviles, tabletas, cámras, consolas de videojuegos y otros accesorios con un mismo cable.
De esta forma se podrán reducir toneladas de residuos electrónicos que se generan actualmente por la fabricación de diferentes tipos de cables, marcado así un paso decisivo hacia la comodidad del consumidor y la responsabilidad medioambiental.
“A partir de mañana, los consumidores podrán disfrutar de un futuro en el que un cargador funcionará con una variedad de dispositivos electrónicos, independientemente de su marca. Estas reglas ofrecen beneficios para todos, desde reducir el desperdicio ambiental hasta ayudar a los hogares a limpiar sus cajones llenos de cargadores incompatibles o no utilizados”, dijo Anna Cavazzini, presidenta de la Comisión de Mercado Interior y Protección del Consumidor del Parlamento Europeo.