La ciudad de Ámsterdam ha decidido que prohibirá la entrada de cruceros a su puerto, con el fin de frenar el turismo de masas y de esta forma reducir la contaminación ambiental.
Una investigación realizada demostró que la contaminación emitida por un barco de este tipo, generaba en un mismo día los mismos efectos que 31 mil camiones en la autopista (A10).
No solo los políticos están a favor de restringir los cruceros en la ciudad, también los habitantes de Ámsterdam ven en esta medida una solución a la masificación turística y los daños ambientales que padecen, como la calidad del aire, limpieza de las aguas, exceso de ruidos, etc.
Según una nota publicada en NRC, la terminal de cruceros de Ámsterdam, construida en 2000, ha ido ganando en popularidad, creciendo cada año alrededor de un 10 por ciento desde 2018.
Sin embargo, los cruceros son considerados altamente contaminantes, ya que emiten azufre, nitrógeno y otras sustancias que dañan considerablemente el medio ambiente.
Esta prohibición no es la única que ha tomado el ayuntamiento de Ámsterdam en los últimos tiempos para reordenar la vida de la ciudad, de una forma sostenible. También la prohibición de fumar marihuana al aire libre en el Barrio Rojo, ha sido otra de las restricciones que han aprobado en lo que va de año.