A partir de este verano, el gobierno belga realizará controles con mayor frecuencia en autobuses, trenes y aeropuertos para frenar la migración ilegal en el país.
Estos controles ayudarán a las autoridades a saber si las personas poseen su documentación en regla, ya sea documentos de residencia o permisos de viaje.
“Quien sea que venga ilegalmente, ya no es bienvenido”. así ha sido el mensaje de la Ministra de Asilo y Migración, Van Bossuyt.
Los controles se dirigen especialmente a personas que no disponen de los documentos de residencia necesarios. También tienen como objetivo localizar a personas que ya han solicitado asilo en otro Estado miembro de la UE, ha dicho el NOS en una nota.
Desde hace algún tiempo, Alemania introdujo también controles fronterizos con este mismo objetivo, al que se sumó posteriormente Holanda.
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